"Cuando llegué a vos Pau, estaba en una transición personal en varios planos, uno de ellos era la imagen, como consecuencia de un interior que empezaba a afianzarse. Me sentía bien con mi imagen, pero no del todo conforme. Sentía como si hubiese un botón por apretar que encendiera aspectos que estaban adormecidos. El proceso fue como esperaba. Quería irme de cada sesión por cosas por pensar y no con resoluciones mágicas. Pau, me diste las herramientas para que yo sola pudiera “apretar ese botón”. Destaco tu profundidad para abordar cada tema, lo que lleva a explicar muy bien todos los conceptos. Y también destaco tu intuición para entenderme aun casi sin palabras, descifrarme y darme las llaves para abordar mi imagen. Hoy, me veo como quería, con mi estilo y con mis potenciales puestos en valor. Me siento personalmente confiada, segura, asertiva, y estéticamente radiante, como si me hubiese pulido para exponer mi mejor versión."

"Estilo natural con guiños románticos. Así arrancó el camino con Pau, donde en cada sesión salían y salían rasgos que me hicieron quererme más. Aceptarme. Reencontrarme sensible, tierna, maternal. Encontrarme desde adentro hacia afuera. Reconocerme en el espejo. De cuerpo entero. Mirarme. Aprender a leer qué dicen las prendas en mi cuerpo y que quiero decir con mis prendas. Revisarme cómoda, profesional, sexy, maternando … Cobrar presencia en las prendas. Encontrarme en mis detalles y con mi silueta. Neutralizarme. Sólo encuentro palabras de agradecimiento. Pau Psicóloga y Asesora de Imagen Personal. Cálida, dulce, concreta, correcta. Adoro este proceso. Te voy a recomendar SIEMPRE, porque cuando me dicen: ¡qué linda te ves Fer! … ¡No dudo en contarles lo bien que me siento gracias a este CLICK que lograste que haga! GRACIAS. Un hito en mi camino."

"Llegué a tu espacio muy desanimada, cansada de sentirme mal y pensando que me había perdido a mí misma a lo largo de los años y extrañaba como era, como me sentía. Varios hechos de mi vida me habían alejado de mi esencia y me hacían sentir insegura, vulnerable … Se desdibujaba mi imagen por momentos. Ya no disfrutaba ni de vestirme ni de la moda que tanto me gustaban y que en otro momento habían sido mi motivación y mi cable a tierra. Sentí que toqué fondo y dije hasta acá, no quiero transmitirles esta sensación y pensamientos a mis hijas. Decidí ponerme en acción, con tu acompañamiento y tus palabras fuimos despejando muchas emociones negativas, prejuicios y de a poco volví a disfrutar de las cosas que antes me gustaban, a encontrarle sentido a la ropa que elegía y descubrir por qué me representaban, mostraban mi estilo, mi esencia. Volví a disfrutarme."

"No se si me va a ser fácil poner en palabras tanto sentir. No te busqué inicialmente para vestirme mejor, ni para "estar a la moda"; te encontré mejor dicho, para conocerme, quererme y aceptarme, para luego de este proceso, elegir cómo cubrir y poner bonito a este cuerpo mío que por tantos años había tapado e ignorado. Vencí prejuicios, curé heridas del pasado, que no pretendo que desaparezcan, sino más bien estoy cicatrizando con mucho amor. Comprendí que “el cómo vestirse” no es algo frívolo y vacío, es simplemente el reflejo de lo que somos y de cómo nos sentimos. Y esta bien, yo también merezco sentirme linda, sin importar la edad, el tamaño o el status económico que tenga. También recordé y afiancé que nadie tiene el poder de hacerte sentir mal por hablar del cuerpo ajeno. Es un camino largo lo sé, de tu mano Pau lo empecé a transitar, a veces pasos cortos, otros largos, otras veces me detengo… Me canso. Pero ahora me miro todos los días al espejo y siempre me digo, ¡sos hermosa lu!, ¡aunque a veces no me sienta así! Gracias, te mando un fuerte abrazo."

"Llegué otra vez a vos después de un trabajo hermoso de hace unos años… pero la mente puede ser engañosa, y eso que nos repetimos convertirse en la única verdad. Trabajar en este espacio de "imagen" lejos de quedarse en la "cáscara" que todos ven, es una procesión al centro que solo yo puedo madurar. Comencé cansada a mis 38 años de lidiar aún con ciertas creencias que se caen por su propio peso ahora. Hoy, semanas de trabajo después identifico a mis fantasmas y puedo hablarles, dejarlos quietos, anularlos y tomar la salida. Al final del recorrido no espero la magia de convertirme en "princesa"; sino la real en dónde te miras en el espejo a los ojos, te sonreís y pensás "estoy en paz porque soy yo". Más allá de azules, blancos o plateados, más allá de si corto o largo, si canas sí o no. Más allá de este envase prestado por un ratito. Ahí es dónde pretendo estar, hasta ahí es donde tu trabajo conmigo, tu paciencia, tu luz me llevan Pau."

"Era importantísimo para mi hacerte saber que después de consultar con 5 asesoras diferentes con vos y tu genial ojo clínico pude dar en la tecla. 5 es solo un número que por ahí ni te cuenta toda la frustración y confusión que eso genera. Dinero mal invertido, compras innecesarias y erróneas, prendas y consejos; que eran sumar un granito de arena a la frustración. Vos Pau entendiste la responsabilidad que lleva un diagnóstico, diagnóstico conjunto, colaborativo y tan íntimo. Eso hizo lo diferencia y créeme que es como el Antes y Después de Cristo al menos en lo que a mi imagen respecta. Gracias por haber sido un puente para entender lo que ya sabía lo que intuía, cómo te dije siempre le damos autoridad a las personas que reflejan sabiduría, amor y coherencia por sobre todas las cosas."

"¡Ay Pau! Fuiste mi farolillo en el retorno a mi esencia, y hoy gracias a ese proceso tengo muy claro por dónde no quiero volver a transitar, y soy fiel a eso, a ese amor propio tan necesario e imprescindible. Gracias por haberme acompañado en el proceso y funcionar como “linterna”, siento que inicié un camino que me hace muy bien, y no me refiero solo a la imagen, ¡es un todo! Fue una intervención reveladora para mí, porque me diste la posibilidad de registrar cómo no quería volver a percibirme. Me re descubrí, logré re encontrar mi esencia y re organizar el adentro para que al fin eso surja en el afuera… ¡Y estoy feliz con el resultado! Ya ni recuerdo cuándo fue la última vez que me sentí "desarreglada" (esa es la palabra exacta, tenía que arreglar algo en mí, interno, profundo, íntimo). Y cuando nos encontramos en nuestras charlas eso empezó a tomar forma, y hasta el día de hoy lo sigo trabajando (no ya con angustia, sino con una gran tranquilidad y sabiendo cual es el camino que deseo seguir)."